sábado, 27 de noviembre de 2010

Estudios, influencias, orientación y la dirección hacía adonde apunto en la actualidad





Como deseo salir, antes del cambio de año, de todos los escritos menores inéditos, publico en este espacio la semblanza y la caracterización de mis: Estudios, influencias, orientación y la dirección hacía adonde apunto en la actualidad en mi investigaciones, que agregue a la antología de mis escritos que se publicó en la Antología Filosófica de la Profesora Lusitania Martínez para el Archivo General de la Nación.




Luis O. Brea Franco nace en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, en 1946. Es doctor en Filosofía por la Universidad de Florencia (Italia). Tiene estudios especializados en Economía y Finanzas, y en Ciencias Políticas en la misma universidad. Es miembro e investigador de la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD), de la que ha sido miembro del Consejo Directivo.

Es miembro del Consejo Directivo de la International Association of Philosophers (IAP). Ha sido profesor y ha dirigido varios departamentos académicos en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) del 1975 al 2000 cuando se jubiló.

Fue miembro y Director General del Consejo Presidencial de Cultura. Fue coordinador nacional del proyecto “Reforma cultural” patrocinado por la Presidencia de la República-PNUD-UNESCO 1997-2000.

En la actualidad es Gerente de Cultura de Banreservas. Es coordinador del área de Ciencias Sociales de la Comisión Nacional de la UNESCO. Ha publicado los siguientes libros: Antología del pensamiento helénico, UNPHU, (1982); Compendio de legislación cultural de la República Dominicana, PNUD-UNESCO, 1999 (Co-editor con Arturo Victoriano); Preludios a la posmodernidad. Ensayos filosóficos, ACRD, 2001; Claves para una lectura de Nietzsche. Prolegómenos a una interpretación de su obra, ACRD, 2003. Premio Anual Pedro Henríquez Ureña de Ensayo (2004); El espejo de Babel, una visión crítica de la cultura, 2006; La modernidad como problema, 2008. En 2010, publica una segunda edición corregida de Antología del pensamiento helénico.




Estudios, influencias, orientación y la dirección hacía adonde apunto en la actualidad
Luis O. Brea Franco

La Dra. Lusitania Martínez nos solicita a los participantes en esta selección de filósofos dominicanos que presentemos una especie de hoja de ruta muy resumida de nuestros intereses, influencia y especialidades. A continuación resumo la mía.

Como señalo en mi libro sobre el pensamiento de Nietzsche, la lectura de Así habló Zaratustra constituyó una especie de amor a primera vista en mi adolescencia, que nunca he dejado de lado. La obra de este filósofo me intriga y sus posiciones radicales sobre su tiempo y su preocupación sobre el destino de la modernidad me ofrecen continuamente material para explorar mi propio tiempo. No soy nietzscheano, como muchos me preguntan. Pienso que un pensador, si realmente piensa, sólo puede ser fiel a sí mismo.

En la universidad de Florencia, donde estudié, me formé tomando diversas direcciones algunas veces contrapuestas entre sí. Por un lado, obtuve una sólida formación filológica y en el manejo y clasificación de textos históricos, y recibí un consistente entrenamiento en cómo desarrollar una investigación en el campo de historia de las ideas. Realice en esa dirección mis prácticas al estudiar a profundidad el pensamiento de Niccoló Macchiavelli, el de René Descartes y de otros autores del Renacimiento y de la primera modernidad. En el contexto de estos estudios fue que elaboré mi tesis doctoral: “Las Casas y Sepúlveda, un debate sobre la humanidad de los indígenas de las Antillas”

Estudié la formación del pensamiento de Karl Marx desde que se transforma en hegeliano hasta cuando comienza a escribir El Capital. Es decir, profundicé sobre el proceso de desarrollo de su sólida formación filosófica.

Estudie por dos años filosofía de las matemática y epistemología. En ese período profundicé en el pensamiento de Gottlob Frege, analizamos en trabajos de Seminarios, Los Principios Matemáticos (3 volúmenes, 1910-1913) de Bertrand Russell y Alfred North Whitehead. Estudiamos igualmente a Wittgenstein, a Frank P. Ramsey, a Rudolf Carnarp, a Franz Brentano y a Edmund Husserl. A través de Husserl descubrí a Martín Heidegger y todas las otras vertientes de la fenomenología y la hermenéutica.

He dedicado más de veinte años al estudio del pensamiento de Heidegger, el de sus discípulos y el de sus contradictores más destacados.

En cuanto a la problemática que me preocupa particularmente, resalta la situación del ser humano en la modernidad, el sentido de la historia y lo histórico, el sentido de la ciencia moderna, sus características, su unidad y sus límites, el sentido de la identidad y específicamente el problema de la identidad cultural de los dominicanos. Actualmente me dedico a profundizar el sentido del nihilismo, para nosotros, contemporáneos del despliegue de la época del triunfo de la técnica y del hundimiento de las religiones históricas.

En la actualidad estoy bastante avanzado en la redacción de una investigación Sobre el nihilismo ruso. Nihilismo y terrorismo en el tiempo de Dostoievski.

A continuación, pienso dedicarme a profundizar en el arco de ideas directivas del siglo XIX, las que influyeron en la formación de Nietzsche y desde las cuales toma conciencia de que está surgiendo un nuevo fenómeno histórico, que está llamado a dominar las postrimerías del siglo decimonónico y el siglo XX: El nihilismo europeo.

Santo Domingo, D. N., septiembre 2008, (noviembre 2010)

sábado, 20 de noviembre de 2010

Aproximación a Nabokov




El conocimiento pleno de la obra del escritor ruso naturalizado norteamericano, Vladimir Vladimirovich Nabokov (1899-1977), se ha visto obstaculizado por la posición central que ha asumido, entre lectores y críticos, su obra más conocida, Lolita, publicada en 1955.

Esto ha opacado el conocimiento de su primera producción, la de la llamada época rusa, es decir, la de sus escritos en la lengua de su país natal, una etapa que domina su escritura hasta 1938, cuando decide continuar a escribir en inglés, al percatarse de que nunca más volverá a su patria y que la totalidad de los exiliados no alcanza el millón de personas, que por razones naturales se irá diluyendo con el tiempo.

Nabokov es el hijo mayor de una rica familia de abolengo aristocrático. En su infancia la familia hablaba en inglés, francés y ruso, por lo que el escritor es trilingüe desde muy pequeño, e incluso, mediante sus institutrices, aprende primero el inglés que el ruso.

El escritor es conocido, además, como profesor de literatura en la Universidad de Cornell, en el estado de New York, e igualmente por sus aportes al estudio de los lepidópteros y por el planteamiento de significativos problemas del ajedrez.
La última novela del período ruso, titulada La dádiva -Dar, en ruso-, escrita entre 1935 a 1937, mientras vivía en el exilio en Berlín, está considerada como una de las más importantes obras de la narrativa rusa del siglo XX.

El escritor consideraba esta novela como la mejor y la más equilibrada de sus obras rusas. Insiste que es la más hermosa, la más clásica, la más nostálgica sobre la Rusia perdida para él debido a la revolución bolchevique.

Además, la estimaba la más pura de sus creaciones, ya que en ésta trata con mayor gracia y plenitud sus temas predilectos: el del origen y el cumplimiento de la creación artística, el de la ingeniosa manera en que participa la naturaleza en la creación, el de la fascinación del engaño y el del pánico y la repugnancia que crea el error y, sobre todo, el de la extraña relación que se produce entre el arte y la vida.

Igualmente, esta novela es la más lograda en cuanto a la armonización de forma y contenido, ya que, como confiesa en el prefacio a la edición en inglés de 1962, la auténtica protagonista de la obra es la literatura rusa. Por esto, La dádiva exige un lector conocedor pleno del vertiginoso juego de sombras, deslumbramientos y reflejos que se originan en las historias y mundos fantásticos que se abren desde la literatura rusa.

El escritor, aún joven, procede a desarrollar mentalmente la trama de sus obras con todos sus detalles previo a iniciar el proceso de escritura. Algo que podía durar meses, o también años. Cuando estaba seguro de la historia, entonces comenzaba a escribir, en fichas de biblioteca, una primera versión.

Al momento de su muerte Nabokov deja 140 fichas, con la trama de una novela que comienza a titular: Dying is Fun -Morir es divertido-, luego, A Passing Fashion -Una moda pasajera- y, en por último, The Original of Laura -El original de Laura-.

La versión que ofrece “Anagrama” con las reproducción fotográfica del material inédito, deja entrever algo de lo que el escritor pretendía alcanzar.

La joven protagonista, Flora, está casada con Philip Wild, reputado neurólogo que le triplica la edad. Ella, con el conocimiento del marido, lleva una ajetreada vida amatoria. Así aparecen otros personajes, que se diluyen en la hipotética trama cuya resolución queda en la cabeza de su creador.

Ojalá que el contacto cuasi físico con la grafía del novelista lleve al lector a explorar toda la obra de este escritor genial, quien fue uno de los primeros hombres plenamente globalizados del siglo XX.

Luis O. Brea Franco

Publicado en Impresiones No. IV, Julio - Diciembre 2010, p. 32, el boletín de la Librería Cuesta