domingo, 27 de junio de 2010
Aleksandr Blok - Algunos poemas
La bruma nocturna
La bruma nocturna me sorprendió en el camino.
Tras la espesura la luna lanzó su mirada.
El caballo fatigado daba inquietos golpes con las pezuñas;
tranquilo de día, extrañaba la noche.
Sombrío, inmóvil, soñoliento,
el conocido bosque me aterraba
y hacia el claro plateado por la luna
dirigí el paso del caballo resoplante.
Se extiende en la lejanía la neblina del pantano,
pero de plata fulgura la iglesia de la colina.
Y detrás de la colina del bosquecillo del valle,
en la oscuridad se oculta mi casa.
El caballo fatigado acelera el paso hacia su destino.
Centellean las luces de un pueblo extraño.
A la orilla del camino prenden en rojo
las hogueras de los pastores, como faros.
De "Los doce y otros poemas". Versión de Clara Janés
El viento irrumpe, aúlla la nieve...
El viento irrumpe, aúlla la nieve,
Y en la memoria por un instante resurge
Aquel lugar, aquella orilla lejana...
Las flores débiles bajo la escarcha se marchitaron...
Y mis antiguas afecciones
Susurran como la hierba seca...
Es de noche. Y en la noche, por un sendero tupido
Voy hacia el abismo cubierto de nieve...
La noche, el bosque y la nieve. Y yo llevo
El peso odioso de los recuerdos...
De pronto, allá, se divisa una casita en un claro
Y una muchacha canta en el bosque.
6 de enero de 1912
Versión de Jorge Bustamante García
La noche, la droguería, la calle, el farol...
La noche, la droguería, la calle, el farol,
Mundo absurdo e insípido.
Vive aunque sea un cuarto de siglo más
Y todo será lo mismo. No hay salida.
Morirás -empezarás otra vez desde el comienzo
Todo se repetirá como antaño:
La noche, el helado escarceo en el canal,
La droguería, la calle y el farol.
1912
Versión de Jorge Bustamante García
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